¿Qué es la hipertensión arterial?
El aparato cardiovascular se podría comparar a un sistema de conductos por donde fluye un líquido que es impulsado por una bomba. La sangre fluye por el interior de nuestras arterias y venas debido a que el corazón actúa como una bomba, impulsándola con una determinada presión. Esta presión es lo que conocemos como presión arterial (PA) y es imprescindible para que la sangre se distribuya por los diferentes órganos del cuerpo.
El nivel de presión óptima es aquel que permite que los tejidos del organismo reciban la cantidad de sangre necesaria en cada momento. Si la PA se encuentra por debajo de este nivel hablamos de hipotensión ó tensión baja. Sin embargo, cuando la PA supera los niveles óptimos estamos hablando de hipertensión arterial (HTA).
La HTA somete al corazón y a los vasos a una tensión superior, lo que acaba produciendo lesiones en las arterias, que se vuelven rígidas y disminuyen su diámetro y, por tanto, disminuye la cantidad de sangre que puede pasar a través de ellas.
¿Qué consecuencias tiene la HTA en el organismo?
Problemas en el corazón
La HTA obliga al corazón a trabajar más, de modo que aumenta el tamaño del ventrículo izquierdo. A este proceso se le conoce como hipertrofia ventricular y las personas que la padecen tienen un riesgo cuatro veces mayor de sufrir un infarto de miocardio y doce veces mayor de padecer un derrame cerebral. Es también una causa importante de insuficiencia cardiaca.
Daños en el cerebro
La HTA puede provocar la dilatación de las finas arterias del cerebro y producir hemorragias o un derrame cerebral. Además, aumenta el riesgo de padecer demencia senil.
Complicaciones Renales
La HTA severa puede ocasionar una insuficiencia renal que precise diálisis e incluso un transplante renal.
Arteriosclerosis
Aumenta la formación de trombos y, como consecuencia, la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio o una trombosis cerebral.
¿Es muy frecuente la HTA?
En España entre el 20-25% de la población adulta tiene HTA, es decir unos siete millones de personas son hipertensos. El problema es que sólo el 68% sabe que lo son. De ellos, el 53% recibe tratamiento y únicamente el 27% tiene un adecuado control tensional.
Regulación de la presión arterial
La PA varía a lo largo de todo el día en función de las necesidades del organismo. Esto implica la existencia de unos mecanismos muy finos que permiten ajustar en cada momento la PA. Conviene conocer que PA = Gasto cardiaco (GC)-Resistencias Periféricas (RP). GC es la cantidad de sangre que se expulsa desde el corazón hacía las arterias y RP el grado de dilatación de las arterias al paso de la sangre. Por lo tanto y de forma resumida, los factores de regulación de la PA pueden actuar sobre el GC o sobre las RP, siendo los más importantes:
a) Sistema nervioso, que reacciona en las situaciones de stress y eleva la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.
b) Diferentes hormonas que actúan sobre las arterias y que las contraen aumentando la PA.
c) El calcio intracelular, que produce un aumento de la contracción de los vasos.
d) El riñón, que juega un papel decisivo porque regula la cantidad de líquido del cuerpo.
¿La PA es la misma durante todo el día?
Las cifras más altas suelen producirse en las primeras horas del día, al despertar hasta las 12 horas. Después baja, elevándose de nuevo sobre las 16-18 horas. Desde entonces suele descender paulatinamente alcanzando las cifras de PA más bajas durante el sueño.
¿Cuándo se habla de HTA?
Los valores de PA que no entrañan riesgo cardiovascular son cifras iguales ó menores a 140 de máxima y 90 de mínima (14/9). Para el hipertenso diabético, la cifra se deberá poner como limite en 130/85 (la medida se da en mm de mercurio).
Asociación de la HTA con otros factores de riesgo La HTA es parte de una enfermedad global, en la que una de sus manifestaciones es la elevación de la PA. Así es frecuente en una misma persona que coexistan varias patologías asociadas. La HTA suele coexistir con la obesidad, el colesterol elevado, la diabetes y el tabaquismo. Todo ello implica que a la hora de diagnosticar y tratar a un paciente su HTA deberemos tener en cuenta si además existen asociados otros factores de riesgo.
¿Produce la HTA síntomas?
Algunas personas presentan dolores de cabeza, mareos o palpitaciones. Pero, en general, no presenta síntomas específicos, por lo que se le conoce como el “asesino silencioso” por sus efectos perjudiciales sobre todos los vasos sanguíneos y sobre el cerebro, corazón y riñón.
Diagnóstico correcto
Hay que medir correctamente la PA. Para ello:
El ambiente de la habitación debe ser relajado y con una temperatura agradable (20º-22º).
Durante los 30 minutos previos a la medición no se deben ingerir sustancias estimulantes como café, alcohol o tabaco.
Debe existir un reposo previo de unos 10 minutos antes de medir la presión.
El paciente debe de estar sentado y relajado, con el brazo apoyado a la altura del corazón y sin que esté oprimido por la ropa.
En cada visita deben realizarse al menos dos mediciones sucesivas, separadas por un minuto. La PA final será la media de ambas.
Una vez diagnosticada la hipertensión, el paciente deberá realizar, además del control médico, un autocontrol de sus cifras tensionales.
¿Puede tratarse la HTA?
La HTA debe tratarse hasta descender la PA a los niveles ya comentados. La causa más importante de que sólo el 27% de los hipertensos tengan un buen control, es el abandono o el mal cumplimiento del tratamiento. En la actualidad existe una gran variedad de grupos farmacológicos, que logran un buen objetivo terapéutico y son bien tolerados.
Diferencias en la HTA de la mujer
La HTA se inicia más tarde en la mujer. Suele aparecer en la época de la menopausia por la disminución de los estrógenos. Los síntomas son: dolor de cabeza severo, nerviosismo y palpitaciones.
En la mujer suele producir más riesgo cardiovascular que en el varón. La HTA va asociada, en gran medida, con obesidad, dislipemia y/o diabetes. En casi el 60% de las mujeres hipertensas suele coexistir con una resistencia a la insulina.