Enfermedades valvulares

¿Qué son?

Son alteraciones en la estructura valvular, de diferente origen, que ocasionan un funcionamiento inadecuado y, como consecuencia, una anormal función del corazón como bomba. Pueden ser debidas a estrechamiento valvular (estenosis) y/o a su cierre inadecuado, ocasionando regurgitación (insuficiencia). En personas jóvenes la válvula más frecuentemente afectada es la mitral, mientras que en personas mayores lo es la aórtica.

¿Cuáles son sus causas?

Existen diferentes causas de estas enfermedades. Hasta hace algunos años la causa más frecuente era la fiebre reumática. Una enfermedad de carácter inmunitario en relación con una infección por estreptococo. En la actualidad, la causa más frecuente es la degenerativa en relación con la edad y con diferentes tipos de alteración degenerativa del tejido valvular. También puede ser de origen infeccioso a consecuencia de una endocarditis infecciosa. En ocasiones, cuando existe falta de riego del músculo cardíaco (enfermedad coronaria) puede alterarse el funcionamiento valvular, fundamentalmente de la válvula mitral. Existe la posibilidad de malformación valvular desde el nacimiento (congénita) sobre todo de la válvula aórtica. Raramente pueden afectarse las válvulas en las alteraciones del tejido conectivo o enfermedades reumáticas.

¿Cuáles son sus síntomas?

La manifestación fundamental de estas enfermedades es la insuficiencia cardiaca, con aparición de dificultad respiratoria, cansancio, hinchazón de las piernas, sobre todo en la zona de los tobillos. También puede aparecer dificultad respiratoria más o menos repentina, o al acostarse, mejorando al incorporase y obligando al paciente a permanecer sentado. En otras ocasiones pueden aparecer palpitaciones, pérdida de conocimiento o síncope, así como dolor o sensación de opresión en el pecho.

¿Cómo se diagnostica?

Generalmente el médico detecta la aparición de un soplo al auscultar al enfermo. Este soplo es el ruido producido por la turbulencia y vibración de la sangre que aparecen como consecuencia de la lesión valvular. El soplo suele ser diferente dependiendo del tipo de lesión (estrechamiento o regurgitación) y de válvula (mitral, aórtica, tricúspide o pulmonar) afectada. Se transmite a través del cuerpo del individuo y el médico lo escucha a través del fonendoscopio, que transmite el sonido con gran fiabilidad. El electrocardiograma y la radiografía del tórax permiten apreciar las consecuencias de la enfermedad valvular, pero la exploración fundamental para su diagnóstico es la Ecocardiografía con estudio Doppler. Esta técnica permite estudiar de forma muy precisa el tipo y grado de lesión de la afectación valvular, siendo imprescindible para su estudio. Si se sospecha enfermedad de las arterias coronarias puede ser necesaria la realización de un TAC multicorte o de coronariografía.